Cada jueves mi propia reflexión se hace más profunda, y es que la serie Cuéntame cómo pasó es un fiel retrato de la España que en casa todos recuerdan (mejor o peor). No solo nos traslada al contexto de la transición sino a una época en qué los valores eran otros, y que ahora incluso puedo añorar (aunque no haya vivido esa época): el amor a la libertad, a los derechos fundamentales.
Hoy en día esos derechos son para los más jóvenes algo esencial, como natural, pero en otra época no lo fue. Puede que por esto sea que no concebimos el poder que tiene nuestra libertad, y por lo que nos mostramos en muchas ocasiones pasivos a los acontecimientos en otras partes del mundo que carecen de los derechos de los que ahora nosotros disfrutamos.
Es este tipo de argumentos los que ayudan de veras a la reflexión, los que tienen una gran función social: no nos mantengamos pasivos, no repitamos los errores del pasado.
Con Cuéntame cómo pasó lo podemos descubrir. Porque nos lo cuentan cómo pasó. La familia Alcántara integra no solo ese componente de reflexión, sino también de anhelo por aquellos tiempos en que la apertura al mundo cambió la vida de todos, en el que la oposición a la dinámica política del mundo occidental caló en la vida de todos.
1 comentario:
Carlitos es el mejor.
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